sábado, 30 de mayo de 2015

Violencia escolar; el silencio cómplice

El suicidio de una niña en Madrid, cansada del acoso que sufría por parte de un compañero, vuelve a mostrar la ineficacia de los Planes de Convivencia Escolar y de los Protocolos de actuación Contra el Acoso. El acoso escolar es una realidad y se produce en nuestros colegios y entre nuestros niños, con una frecuencia superior a lo que queremos admitir. Nuestra sensación es que sólo estamos viendo la punta del iceberg, los casos más graves.

La Fundación ANAR de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo, presentó el Día Internacional de la Lucha Contra el Maltrato Infantil el 'Informe sobre Violencia infantil en España”.   Todos los datos son demoledores, pero si observamos el maltrato entre iguales, las denuncias que recibe la Fundación se incrementan cada año. Los casos de violencia escolar, ocupan el segundo lugar entre los motivo de llamada a la Fundación por violencia ejercida hacia un niño en España, lo que revela que el segundo lugar en el perfil de los agresores, lo ocupan los compañeros de colegio.


En el acoso escolar una perversa conspiración de silencio se extiende entre las partes implicadas:
  • Callan las víctimas; la mayoría no cuentan a nadie las situaciones que viven y nadie parece darse cuenta de su sufrimiento. Se sienten culpables y convencidos de que si lo cuentan... nadie les creerá. A pesar de la angustia y el miedo, aprenden a guardar silencio
  • Callan los compañeros; cómplices silenciosos que se alían con el agresor, culpabilizan a la victima para justificar el maltrato, ceden a la presión del grupo por miedo a la exclusión, a que les toque a ellos o a ser acusado de chivato. Niños y adolescentes que aprende día tras día a justificar esa violencia y a tolerarla.
  • Callan los padres del agresor justificando lo injustificable con frases como “Son bromas de niños”, “¿Quién no ha pasado por esto en el colegio?”, “Se lo merece, él también lo hace” “Siempre ha ocurrido, ahora se le da demasiada importancia”… creencias arraigadas que contribuyen a la victimización.
  • Callan los profesionales de los centros escolares; le quitan importancia a la situación, niegan que ocurra para evitar el problema, para no dar una mala imagen del centro. La ocultación de la realidad, deja una sensación de incomprensible y perversa indiferencia por parte de los adultos que deberían proteger al niño lo que favorece que se perpetúe el problema y se cronifique.
  • Callan los padres de las víctimas, muchos no lo pueden creer, se sienten culpables, no saben dónde acudir. Algunos incluso dudan de que sea real o intentan solucionarlo pidiendo un cambio de aula o dando consejos a su hijo de que tiene que ser más fuerte, o no hacer caso cuando se meten con él.

La Asociación Española para la Prevencion del Acoso Escolar (AEPAE), pide al gobierno un Plan Nacional contra el Acoso y la Violencia Escolar que debería estar coordinado de forma interinstitucional, por las administraciones implicadas de forma que intervengan desde el área de Salud a Bienestar Social, Familia y Educación, de manera que se ofrezca una solución integral.
También se solicita la formación de;
  • los profesores para detectarlo cuanto antes y saber actuar,
  • los padres para estar atentos en casa a los primeros indicios
  • los alumnos, para sensibilizarlos sobre el problema.

El problema de la violencia escolar es responsabilidad de todos; somos una sociedad permisiva con la violencia y la pasividad la mantienen viva.  Va siendo hora de tomar conciencia y hacer conscientes a nuestros hijos. Padres y profesores tenemos que trabajar juntos para cambiar actitudes permisivas, romper la espiral de silencio sobre la violencia escolar y desterrar de los colegios esta lacra.

Recursos sobre el acoso escolar:

Fundación ANAR
. Teléfono del Menor 900 202 010.
acosoescolar@larioja.org                         900 100 509
Asociación Contra el Acoso Escolar (ACAE),   985 155   072

  • http://www.acosoescolar.info/index.htm. Página en la que colabora Fundarco, incluye información general sobre el acoso escolar y un e-mail de contacto con la asociación Protégeles. contacto@protegeles.com