viernes, 19 de abril de 2013

Triunfadores con TDAH ¿falsas esperanzas o estímulos?

"Para que pueda diagnosticarse un tdah no basta con que el niño tenga ciertos síntomas sino que deben ser crónicos. No pueden ser originados solo por un factor de estrés puntual"


Deportistas como el nadador Michael Phelps o el tenista Fernando Verdasco dan buena muestra de que una persona diagnosticada con Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad puede llegar muy lejos. Pero hay que tener cuidado con los ejemplos.
Como señala la doctora Isabel Orjales, «debemos pensar que estos grandes deportistas han llegado donde han llegado no por ser TDAH, sino por su buena habilidad para esos deportes, por el disfrute que tenían en su práctica, por la perseverancia y la constancia y el apoyo de la familia y los entrenadores».
Pensar –como circula por los mentideros– que los niños con TDAH tienen de por sí más habilidades para ser deportistas es un grave error, sobre todo porque en la gran mayoría de los casos suele suceder justo lo contrario.
Lo que sí se pone de manifiesto en ambos casos es que el entorno, tan importante para los que padecen este trastorno, ha sabido detectar sus buenas capacidades y se les ha apoyado para poder desarrollarlas: «Si tu familia no cree en tus capacidades no tendrás la posibilidad de recibir el entrenamiento adecuado y si el colegio no es flexible y absorve todo tu tiempo menospreciando es tipo de prácticas, sera inviable que puedas alcanzar metas como esas», afirma la doctora.
Lo importante es, por lo tanto, conocer al niño con TDAH para buscar las actividades de ocio más adecuadas para desarrollar su buena autoestima y su buen potencial.

Mejor en la universidad

Tal y como explica la doctora Orjales, los niños con TDAH tienen verdaderos problemas para superar la educación Secundaria y el Bachillerato, más a veces que la Universidad. En la Universidad, los jóvenes eligen aquellas materias para las que están mejor dotados, no se penalizan las faltas de asistencia, está permitido estudiar por apuntes fotocopiados y no es necesario un estudio tan constante (si se tiene capacidad, se puede estudiar intensivamente a última hora y superar una asignatura).
En el colegio, sin embargo, se exige que el niño con TDAH sea muy constante, los deberes son diarios, los apuntes tienen que tomarse a mano y estar limpios, los ejercicios deben estar todos realizados, las laminas de dibujo entregadas a tiempo, se penalizan las faltas por no llevar el equipo de deporte completo, por olvidar la flauta o no llevar el material de dibujo: «Además, la evaluación continua se convierte en un examen perpetuo. No importa que demuestren conocimientos de sobresaliente en el examen de evaluación, se hará la media con un montón de notas», señala la experta.
«En el colegio y el instituto se exige al niño con TDAH que aprenda, pero que aprenda en el momento y al ritmo que el profesor dicta y eso es para ellos mucho más dificil de cumplir. En la Universidad desaparecen los deberes diarios que les desbordan, los exámenes suelen ser más facilmente tipo test, existen otras formas de evaluación alternativas (trabajos o prácticas) y cuando apruebas una materia puedes liberarla», concluye.
Información obtenida de: ideal.es
2012/09/28 - Pilar Manzanares - Madrid