Una mañana nublada y que amenazaba lluvia no frenó a nuestros marchosos.
Poco a poco fuimos descubriendo lo que nos esperaba, un paisaje precioso y totalmente nevado.
Una pena que el deshielo sea leve todavía, y la caída del agua tenga poco caudal.
Mereció la de pena.
Hasta la próxima.