Entrevista a Fulgencio Madrid, Presidente de la Federación Española de Asociaciones de Ayuda al Déficit de
Atención e Hiperactividad (FEEADAH)
.- La FEAADAH es, junto con
TDAH Catalunya, los organizadores del “5º Congreso Nacional de TDAH”. ¿Qué
objetivos se han propuesto?
El Congreso tiene una doble
finalidad, como casi todos los Congresos:
- En primer lugar sensibilizar a la
Opinión Pública sobre el TDAH
- y, en segundo lugar, ofrecer a las familias y
profesionales información sobre el manejo de este trastorno y conocimiento
científico y evidencia sobre el TDAH.
No obstante, en cada Congreso hemos hecho hincapié en un aspecto muy
concreto. El objetivo del primero en Valencia fue el de dar a conocer el TDAH a
la Sociedad, muy desconocido entonces. En Madrid, se trató la importancia del
espacio educativo como un lugar privilegiado para detectar y actuar
precozmente. En el tercer Congreso, en Granada, el motivo principal fue el de
considerar el TDAH como un trastorno crónico y para ello se acuñó el lema
“Creciendo con el TDAH”. En el último Congreso de San Sebastián se pretendió
llamar la atención sobre el hecho de que el TDAH es un trastorno que no solo
afecta a las áreas de educación y de Salud mental, sino que también incide en
problemas asociados y repercusiones como por ejemplo en el ámbito de las
conductas de riesgo y Derecho Penal.
.- ¿Y en el Congreso de
Barcelona?
En el Congreso que inauguraremos el próximo mes de mayo pretendemos
dirigirnos a otros espacios de actuación como la inserción laboral. Es
imprescindible que nos planteemos el TDAH como un trastorno crónico que tiene
que tener trascendencia en el mundo laboral.
.- ¿Está el TDAH en la
agenda política?
El TDAH es un tema que está en el debate político, sobre todo con la
incorporación en la Legislación Básica Estatal de Educación a través de la
LOMCE y en la legislación educativa de atención a la diversidad en diferentes
comunidades autónomas. También en la aprobación de Guías de actuación en los
centros educativos, la más reciente aprobada precisamente en Cataluña. Asimismo
deben citarse por su trascendencia para un abordaje integral del Trastorno los
protocolos de coordinación entre las administraciones educativas, sanitarias y
de servicios sociales para el diagnóstico y tratamiento del TDAH con los que ya
cuentan, sin bien con diversos niveles de implantación, algunas Comunidades
(Murcia, Navarra, La Rioja, Canarias, Castilla y León y Andalucía) y que en
otras están en proceso de elaboración. Finalmente
es muy importante que se sepa que en este momento se está revisando la
Estrategia Nacional de Salud Mental, que incluye como uno de sus objetivos
específicos la mejora del abordaje del TDAH. Es buen momento para dar un
impulso a todas estas iniciativas.
.- También está el TDAH en
la controversia científica…
Tengo la sensación de que no
hay controversia científica sobre el TDAH como tal. Me parece que el debate
científico se centra sobre qué líneas de investigación –unas más sólidas que
otras- son las más adecuadas para un mejor diagnóstico y tratamiento de este
trastorno. Por ejemplo, últimamente se ha publicado en determinadas revistas
científicas de prestigio y de impacto, que es donde se debate sobre la Ciencia,
varios artículos sobre genética y TDAH, que es una línea de investigación muy
interesante y sobre la que en el Congreso tendremos la información más
actualizada y rigurosa ofrecida por expertos de reconocido prestigio científico
internacional.
Otra cosa, que es a lo que Vd. se refiere, es sobre el debate social y
contraste de opiniones, alejado del debate científico, de personas,
profesionales no especializados en los ámbitos concernidos por la investigación
empírica, e incluso “ideólogos” pseudocientíficos, como los representantes de
la denominada Iglesia de la Cienciología, que hablan sobre TDAH y que tienen un
importante eco en los Medios de Comunicación. Pero le repito que solo es
posible un debate científico a través de las publicaciones científicas de
prestigio que, además, cuentan con comités independientes que analizan no solo
el método científico sino que también declaran con transparencia los posibles
conflictos de intereses de los autores, algo muy alejado del debate social y
mediático que venimos escuchando.