Cada vez sabemos más sobre el TDAH y además cada vez tenemos más recursos que han demostrado su eficacia para ayudar a los niños, adolescentes y adultos con TDAH y a sus familias. Esto ha significado un notable avance con respecto a lo que podíamos pensar hace tan solo una década. Quizás la pregunta ahora está en si sabemos más y tenemos más recursos, ¿por qué nos conformamos con los mismos objetivos terapéuticos de antaño?
Cada vez somos más los clínicos que pensamos que
se debe trascender al control de los síntomas nucleares del TDAH. Sin duda es
clave el control de los síntomas principales del trastorno como la inatención,
hiperactividad e impulsividad. Son la puerta de entrada para el resto de las
disfunciones asociadas, pero en muchas ocasiones, el mero control de estos
síntomas no conseguirá una mejoría global en la evolución. Además del control
de los síntomas antes mencionados, el niño con TDAH tiene que mejorar en su
funcionamiento en la escuela, sus relaciones sociales y su actitud en casa.
Pero también ha de construir una correcta autoestima y autoconcepto, como mejor
garantía para un desarrollo armónico y saludable que le permita transitar por
las diferentes etapas de la vida, de la manera más segura posible y afrontando
los retos que se le presenten.
La mejor manera en la que me gusta definir el
TDAH, es como un factor de riesgo de evolutivo. El
TDAH carecería de la importancia que tiene, sino fuera porque pone en riesgo el
desarrollo del que lo padece; el desarrollo conductual, de su potencial
de aprendizaje, de su interacciones sociales,…con la potencial repercusión que
eso puede conllevar, y sin mencionar las comorbilidades u otros trastornos
asociados al TDAH, que tan frecuentes son en esta condición. Pues creo que ha
de ser ahí donde debemos fijar los objetivos de la intervención en el TDAH; ver
el futuro como el objetivo principal. En una alegoría con el Atletismo,
tratar el TDAH sería más bien como correr un maratón aunque con sus obstáculos,
mientras que muchos lo platean como una carrera de velocidad. El objetivo sería
entonces llegar lejos y no tanto llegar rápido, definiendo los objetivos a
corto, medio y sobre todo a largo plazo. Para poder fijar bien esos objetivos,
se puede partir de la formulación individual, que no es más que comprender a
cada niño, adolescente o adulto con TDAH como algo único, con sus carencias,
pero también con sus talentos, con sus dificultades, pero también con sus
fortalezas. Integrado en un contexto familiar, escolar y social, con el que
interactúa de manera constante y que deben aparecer en nuestro análisis de
situación.
Lo anteriormente mencionado quizás se pueda ver
mejor con un ejemplo; varón de 11 años con TDAH. En su vida la mayoría de las
cosas no le marchan bien, en el colegio las notas no son buenas, la profesora
le regaña con frecuencia por “distraerse” en clase y no hacer los deberes y en
casa, las discusiones son habituales por las dificultades a la hora de hacer
las tareas, a las que dedica gran parte de la tarde. Tan sólo funciona bien en
un aspecto, juega al futbol y lo hace muy bien. Entrena en un equipo y juega
los fines de semana, es la única parte de vida en la que se siente respetado y
valorado y que aporta valor positivo a su autoestima. Hasta que a alguien, se
le ocurre “quitarle del futbol” como consecuencia a no cumplir con las
obligaciones escolares. “Hasta que no apruebes, no vuelves al equipo”. La
consecuencia fue la contraria a la esperada, notable empeoramiento en todos los
aspectos, incluido el personal y social, que hasta entonces funcionaban bien,
además del académico. Probablemente no se valoró de manera global las
necesidades de este chico, el valor que “jugaba el futbol”, no se trabajo
suficientemente con los padres el entender que es el TDAH, y como trabajar los
refuerzos positivos, en lugar del “castigo”.
Debemos entender que cada paciente con TDAH tiene sus dificultades y sobre
esas habrá que trabajar, pero también aspectos que funcionan, y esos los
debemos proteger.
Texto publicado en el blog Conocimiento compartido
Imagen obtenida de Comunidad TDAH