lunes, 28 de octubre de 2013

Tareas escolares, consejos para profes


Consejos dirigidos a los profesores de Educación Primaria.


1. Cuidar la cantidad

Hay que cuidar la cantidad de tarea que se manda para casa. Cinco ejercicios puede que sean pocos; pero cinco multiplicado por cuatro asignaturas… son veinte tareas. La cantidad debe permitir que el niño o la niña disponga de tiempo libre durante la tarde.
Algunos niños son más lentos o tienen más dificultades, esto también hay que tenerlo en cuenta. Por tanto, adecuar la cantidad de tarea que se manda para casa.

2. Actividades sobre lo aprendido

Los deberes para casa deberían ser generalmente un entrenamiento o refuerzo de lo aprendido. A veces se enseña algo en clase y los deberes escolares contienen un plus de dificultad que no se había enseñado. Por tanto, cuidado con mandar los deberes del libro de texto de forma indiscriminada… porque no suelen cumplir esta condición.

3. Deben saber hacerlos solos

Podía decirse que el 80 % de los deberes tienen que saber hacerlos solos, sin ayuda de los padres. Si no es así, hay que modificar el tipo de actividad, porque entonces no se están remitiendo actividades sobre los aprendido (que es distinto de lo enseñado) y por tanto, no se cumple el consejo anterior.

4. Actividades optativas

Una buena opción es dar la oportunidad a los chicos de elegir entre opciones. En lugar de hacer siete cuentas de multiplicar, dar la opción realizar las cuatro cuentas que se quieran de un menú de diez, por ejemplo.
Por tanto, presentar un menú de tareas y sobre ellas, que puedan elegir según sus intereses o nivel de dificultad.

5. Actividades voluntarias

Otra posibilidad es ofrecer actividades voluntarias que pueden o no realizarse. Naturalmente su realización tendrá una recompensa en la evaluación. Estas actividades sí pueden proponerse como forma de ampliación, profundización o respuesta a los intereses de determinados alumnos.

6. Favorezcan la creatividad

Los deberes para casa no deberían ser “más de lo mismo”. Serían más atractivas como actividades abiertas, que favorezcan la creatividad, que hubiera diferentes formas de realizarlas por parte de los alumnos.
Inventar problemas de matemáticas, redactar, dibujar, resolver casos, responder a preguntas del tipo “que pasaría sí…” etc.

7. Redactar y leer

Una actividad estrella debería ser la expresión escrita. Hacer una redacción, con el límite de una carilla, por ejemplo, es una actividad ideal… y muy necesaria porque la expresión escrita es un importante déficit de nuestros niños y adultos. Las producciones escritas son ilimitadas: redacción sobre algo de su interés, su mascota, un hecho sucedido o que impulsen su imaginación. Por ejemplo, que pasaría si fueras un pez; si hubieras nacido en China…
Con la lectura ocurre lo mismo. Puede ser la lectura de un cuento, de un pequeño escrito del profesor… pero lectura: cada vez me gusta menos que los niños tengan que hacer el resumen después de la lectura, porque al final lo importante es el resumen, no la lectura. Si quieren comprobar si lo ha leído, simplemente dejen que se explique.

8. Sin lápiz ni papel

Los deberes escolares no tienen que ser de lápiz y papel obligatoriamente. Es decir, podéis mandar tareas en las que no haya que escribir nada. Preguntarle a papá, explicarle a mamá, ir a un supermercado a mirar, ver la tele, escuchar algo, observar por la calle, preguntarle al abuelo, hablar con el compañero sobre algún tema ya señalado, jugar…


Información obtenida del blog: Familia y cole - enlace