lunes, 3 de diciembre de 2012

Técnicas relajación para niños y adolescentes



Las emociones intensas, especialmente las negativas (ira, agresividad, estrés....), cursan con un alto nivel de actividad fisiológica Por el contrario, los estados de tranquilidad suponen un nivel de activación fisiológica mínimo. Conocer y aplicar estas técnicas supone un potente recurso para combatir las emociones negativas, ayudar a generar estrategias para el control de ciertas conductas; y afrontar o reducir eficazmente miedos, ansiedad o síntomas depresivos.
Durante la infancia, son los padres los que deben guiar y supervisar las distintas técnicas, no obstante, a medida que el niño va aprendiendo y haciéndose mayor puede irlas practicando él mismo e incorporarlas como un mecanismo habitual para afrontar diversas situaciones de estrés.
Practicar técnicas de relajación desde la infancia supone, además, crear unos espacios de interacción padres-hijos y afianzar vínculos afectivos. 

     1.   Introducción
     2.   ¿Qué es la relajación?
     3.  Técnicas de relajación según la edad
             a)   Primera infancia (de 2'5 a 6 años)
             b)   Infancia (de 7 a 9 años)
             c)   Preadolescencia (de 10 a 12 años)
             d)   Adolescencia (de 13 a 17 años)
     4.   La relajación progresiva de Jacobson 
     5.   La relajación pasiva 
     6.   La relajación autógena 
     7.   La respuesta de relajación 
     8.  Aplicaciones en diferentes problemas y trastornos 

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Recursos educativos totalmente accesibles y gratuitos.
Un ejercicio práctico de relajación tipo " Contracción - distensión " 

Comenzaremos relajando el cuerpo, realizaremos la técnica sentados cómodamente uno en frente del otro, con ropa cómoda que no apriete y en una habitación tranquila con buena temperatura y con luz ténue, podemos acompañar el procedimiento con música.

û  Brazos: Estiro el brazo hacia delante poniendo el puño duro. Tenso durante unos segundos y relajo, hacemos hincapié en la sensación de tensión y en la de relajación para que el niño lo diferencie (está muy duro, ahora está muy relajado, el brazo me pesa no puedo moverlo…) Realizamos el ejercicio dos veces con cada brazo. Primero el derecho y después el izquierdo.
û  Hombros: Subo los dos hombros hacia arriba, lo mantengo unos segundos y suelto los hombros. Se hace dos veces.
û  Espalda: Hecho los dos brazos hacia atrás como si fuera a juntar las manos, mantengo unos segundos y suelto. Se hace dos veces.
û  Abdomen: Aprieto muy fuerte la barriga, comprueba con tus dedos que tu barriga está muy dura. Igual que el anterior.
û  Piernas: Estiro hacia delante la pierna con la punta del pie también hacia delante, mantengo unos segundos y suelto. Realizo la actividad dos veces con cada pierna.
Todo junto: Relajo las piernas, brazos, hombros y abdomen a la vez. Tenso todas estas partes de la forma explicada anteriormente. Lo realizo solo una vez.
û  Ojos: Apretar los dos ojos fuertemente, mantenemos unos segundos y soltamos. Dos veces.
û  Labios: Juntar los labios y apretarlos fuertemente, mantenemos unos segundos y soltamos. Dos veces.
û  Frente: Pon la frente como si estuvieras enfadado/a, arrugándola. Igual.
û  Mofletes: Coloca la boca como si fueras a soplar. Igual.
û  Orejas: Difícil. Concéntrate en ellas e intenta subirlas hacia arriba. No te preocupes sin lo consigues. Igual.
û  Cuello: Apretamos los dientes muy fuerte. Igual.
Todo  junto: Intentamos tensar toda la cara junta, ojos, labios, frente, orejas y cuello. Lo realizo una vez.
Después intento realizar cuerpo y cara y conjuntamente, tenso piernas, brazos, hombros, abdomen y la cara a la vez. Lo realizo una sola vez, insisto en la relajación de todo el cuerpo, cierro los ojos y noto como mi cuerpo está muy pesado y muy muy relajado no puedo moverlo.
Para finalizar, un masaje. Cojo las piernas del niño/a y las balanceo lentamente comprobando si están flojas, hago también lo mismo con los brazos. Por último, realizo un masaje en la cara, con ambas manos realizo masajes circulares en las sienes, mofletes, frente y barbilla, mientras en niño/a permanece con los ojos cerrados.



¡Calma sus pataletas con respiración y mucha imaginación!

Juega con ellos a respirar con animalitos.

Usa técnicas de relajación sencillas como Las Respiraciones Conejito, una técnica diseñada para niños de 5 a 11 años, que puede ayudar a conseguir que un niño que llora recupere el aliento.

Esta técnica es un espejo de la forma en que un niño llora, lo llamamos el “Sniff, Sniff, uff” (huele, huele, sopla). Haz que tu niño tome dos inhalaciones cortas por la nariz, y luego realice una larga exhalación por la boca. Esto contribuye a que su cuerpo se relaje. Puede ayudar el añadir una señal visual, contando los “huele” con los dedos y luego “sopla” con su mano abierta, como mandando un beso. 
Practícalo cuando el niño esté tranquilo, para que cuando se alborot, podáis “oler, oler, soplar” juntos. Con el tiempo, instintivamente puede utilizar esto para calmarse.