En este libro el autor hace una autocritica serena e inteligente sobre el sistema educativo actual a la vez que propone soluciones realistas a los problemas detectados.
De sus paginas recogemos estos diez consejos para las familias que nos parecen muy interesantes:
Apoya a
tu escuela.
Considera
la escuela de tus hijos como tuya, no la critiques delante de ellos acércate a
hablar con el profesorado cada vez que lo necesites, pide explicaciones,
entérate de lo que trabajan, participa en la AMPA, en el Consejo Escolar, en las
tutorías… vive el centro educativo de tus hijos como un lugar que ayuda a la
educación y facilita la labor de las familias.
Fija
con claridad los límites.
Establece
normas que sirvan como modelos y guías de conductas. No temas a decir que NO.
No amenaces con castigos que no puedan llegar a efectuarse, intenta llegar a
una negociación, establece contratos para los horarios para las tareas…
No
pretendas ser un modelo de sabiduría, sino de aprendizaje.
Si algo
te pregunta y no lo sabes, no te preocupes, ayúdales a buscarlo, encuentra con
ellos la satisfacción del trabajo que habéis construido entre los dos. Así irás
educándolos en el trabajo cooperativo y en que es más importante tener las
herramientas para aprender que saber de todo. Valora el placer de superar
conjuntamente una dificultad.
Leer a
tus hijos cada día.
Es
importante encontrar ese tiempo para tener un contacto familiar y hacer una tarea
común. Hacerlos crecer en un ambiente en el que la lectura esté presente, en el
que se le dé a los libros la importancia necesaria para la educación permanente
de las personas. Que la biblioteca del hogar sea un lugar importante en la casa,
con estantes dedicados a ellos y como un lugar en continuo crecimiento, que no
sea un adorno del mueble.
No te
apresures a ayudarlos cuando tienen un problema con sus deberes.
Es
importante que vean las dificultades, no importa el fracaso si disponemos de
posibilidad de reintentar el éxito con más recursos. Permitid que se aburran ya
que esta circunstancia puede llegar a ser ocasión de muchos aprendizajes.
Permitid que aprendan a buscar motivos para su diversión, que haya silencios,
que haya espacios en los que no tengan nada que hacer, ni ver, ni oír…
Cuanto
lo puedas decir con una frase, no se lo digas con un gesto.
Háblales,
razona lo que haces y razona el porqué de sus comportamientos. Si desde
pequeños se acostumbran a escuchar razonamientos, aprenderán a razonar por
ellos mismos, hazlos partícipes de su propio aprendizaje.
No
ensalces su inteligencia, sino su capacidad de trabajo.
El
aprecio del esfuerzo es la higiene de la voluntad. Hagamos que se valore a las
personas por su trabajo y no por su inteligencia. Creemos la capacidad del
trabajo en equipo como medio de aunar esfuerzos y de sumar hacia el éxito en el
grupo.
Ayúdales
a apreciar el placer de las cosas difíciles y el mantenimiento de la fidelidad
a la palabra dada a los otros y a uno mismo.
La
confianza en las propias capacidades contribuye al éxito. No comentes, delante
de ellos, que “eso” es muy difícil, que los niños no pueden con esa materia o
con algún problema o tarea determinada. Créales siempre expectativas de futuro
con éxito. Anímalos a buscar en distintas fuentes del saber, a trabajar para
superarlo, anímales a comprender que el tiempo pausado para aprender a
comprender es garantía de éxito en el aprendizaje.
Hazles
entender que continúa siendo imposible clavar un clavo en Internet.
El
trabajo manual es importante, no todo lo podemos hacer con los medios de
Internet. Anímalos a tocar un instrumento musical, aprenderán a objetivizar su
esfuerzo en sus resultados y a estimar la objetividad del saber. Pon los medios
para que jueguen en la calle, con sus amigos, que corran, salten, monten en
bici…
Recuerda
que tuviste un hijo, no un alumno
Es
importante que las familias colaboren con la escuela, pero no siempre los
padres y los maestros o maestras ven las cosas de la misma forma. Los padres deben
ser capaces de entender sus límites y deben apoyar la tarea del profesorado, de
esta forma la educación del alumnado se verá más íntegra.Apoya a
tu escuela.
Considera
la escuela de tus hijos como tuya, no la critiques delante de ellos acércate a
hablar con el profesorado cada vez que lo necesites, pide explicaciones,
entérate de lo que trabajan, participa en la AMPA, en el Consejo Escolar, en las
tutorías… vive el centro educativo de tus hijos como un lugar que ayuda a la
educación y facilita la labor de las familias.
Web
oficial del libro: http://www.edicionesceac.com
Luri dice que la escuela del siglo XXI no puede seguir siendo igual que la escuela de nuestros abuelos pero el cambio hay que hacerlo desde la esperanza y el optimismo y no desde el catastrofismo y para reflexionar destacamos 2 de sus frases;
- España
posee un sistema escolar que genera un fracaso escandaloso…
Un país en esta situación se encuentra en una situación de emergencia nacional. Sin embargo, nadie parece asumir directamente sus responsabilidades. Lo que frecuentemente se hace es apuntar hacia…la inmigración o el atraso histórico del país. Ambas son justificaciones hipócritas. - El
triunfo de la mediocridad disfrazada de equidad.
Equidad y comprensividad son términos-fetiche, se presentan como ideas tan cargadas de nobleza que solo un desalmado podría ponerlas en cuestión, así que no se discuten aunque con los datos en la mano están convirtiendo la mediocridad en una nueva virtud republicana. Se confunde equidad con uniformidad.
Para favorecer la equidad hemos decidido integrar dentro de una misma aula,a lo largo de toda la ESO a todos los alumnos de una misma edad cronológica idependientemente de cuál sea su perfil intelectual conductual o físico.