Entrevista en La Contra de La Vanguardia en -2007 donde Tonucci
explica con contundencia la importancia infravalorada del juego en la infancia
y afirma que estamos robando la
autonomía, herramienta básica de futuro, a los niños de 3 a 6 años.
Francesco
Tonucci (1941) es
un pensador, psicopedagogo y dibujante italiano que se dedica al estudio del pensamiento y el comportamiento infantil.
Ha creado y dirige el proyecto La Ciudad de los Niños, que propone a los
alcaldes de 100 ciudades una nueva filosofía de gobierno, adoptando a los niños
como parámetro de valoración, de proyección y de cambio de la ciudad.
Critica la forma en que las ciudades
están estructuradas y aconseja que estén planificadas pensando en los niños.
Pero no para convertirlas en Disneylands locales sino porque él afirma que un adulto sano es el resultado de un niño que
ha jugado mucho y ha tenido autonomía.
Tonucci advertía que “hay mucho tiempo para ser adultos y
poco para ser niños. Las criticas y sugerencias de Tonucci a la
escuela clásica están resumidas aquí y también expresa sus ideas en viñetas que
firma con el seudónimo “Frato” y que se recogen en el libro “40 años con ojos de
niño” (Graó).
En contra de una sociedad que asocia constantemente la palabra “límites” a niños e incluso a
bebés, este pedagogo reivindica la LIBERTAD,
el poder personal, menos deberes, más tiempo libre por las tardes
para descubrir el mundo y, sobre todo, sostiene que “los niños no son
recipientes vacíos que hay que llenar de conocimientos” sino que tienen sus
propias vivencias y formas de pensar.
“Los niños aprenden mucho más jugando que estudiando, haciendo que
mirando. El juego que hacen solos sin el control de los adultos es
la forma cultural más alta que toca un niño. Los niños que han podido
jugar bien y durante mucho tiempo serán adultos mejores”
mirando. El juego que hacen solos sin el control de los adultos es
la forma cultural más alta que toca un niño. Los niños que han podido
jugar bien y durante mucho tiempo serán adultos mejores”
“El juego da recursos para la vida. Todas las crisis de la juventud
se gestan en la primera infancia”
se gestan en la primera infancia”
“Hoy educar significa pedir a los niños que dejen de
comportarse como niños y lo hagan como adultos”
comportarse como niños y lo hagan como adultos”
“Los pequeños pasan sus días frente a adultos instructores, les es
difícil
hacer cosas raras. Así se va alimentando una necesidad de riesgo
acumulada que expresará con su primera moto y en las salidas nocturnas”
hacer cosas raras. Así se va alimentando una necesidad de riesgo
acumulada que expresará con su primera moto y en las salidas nocturnas”
“Los pequeños no quieren estar recluidos en su habitación para jugar, ni
en ludotecas, ni en todos esos espacios que construimos para que estén
controlados. Lo que hace un niño controlado por un adulto es distinto
de lo que hace solo. Los niños necesitan espacios donde, dentro de
un clima de control social, ellos puedan hacen lo que quieran:
pisar el césped, subirse a los árboles y jugar con las lagartijas”
Francesco Tonucci
en ludotecas, ni en todos esos espacios que construimos para que estén
controlados. Lo que hace un niño controlado por un adulto es distinto
de lo que hace solo. Los niños necesitan espacios donde, dentro de
un clima de control social, ellos puedan hacen lo que quieran:
pisar el césped, subirse a los árboles y jugar con las lagartijas”
Francesco Tonucci
Son sus palabras para leer
varias veces y reflexionar como sociedad:
Nací en Fano y vivo en Roma.
Estoy casado y tengo tres hijos y un nieto. Desde 1966 soy investigador del
Instituto de Ciencia y Tecnología de la Cognición del Consejo Nacional de
Investigación (CNR) Italiano. La política debería ser un
servicio a la comunidad y es un servicio para pequeños grupos.
- ¿Qué
quieren los niños?
Los niños que participan en el proyecto La Ciudad de los Niños (en 100 ciudades italianas, españolas y argentinas) piden todos lo mismo en sus reuniones con los alcaldes.
Los niños que participan en el proyecto La Ciudad de los Niños (en 100 ciudades italianas, españolas y argentinas) piden todos lo mismo en sus reuniones con los alcaldes.
Espacio y autonomía. Tienen un gran conflicto con los coches porque estos crean
peligro y y el peligro impide su autonomía. Unos niños italianos propusieron a
un alcalde dividir el espacio: “Mitad para que aparquen los coches, mitad para
nosotros”.
Estoy luchando con los alcaldes para que abandonen esa costumbre de construir
parques para niños con columpios y toboganes. Los niños necesitan espacios
donde, dentro de un clima de control social, ellos puedan hacen lo que quieran:
pisar el césped, subirse a los árboles y jugar con las lagartijas.
- ¿No les
gustan los espacios para niños?
Los pequeños no quieren estar recluidos en su habitación para jugar, ni en ludotecas, ni en todos esos espacios que construimos para que estén controlados. Lo que hace un niño controlado por un adulto es distinto de lo que hace solo. Están perdiendo esa posibilidad de vivir experiencias solos y por tanto la posibilidad de jugar.
Los pequeños no quieren estar recluidos en su habitación para jugar, ni en ludotecas, ni en todos esos espacios que construimos para que estén controlados. Lo que hace un niño controlado por un adulto es distinto de lo que hace solo. Están perdiendo esa posibilidad de vivir experiencias solos y por tanto la posibilidad de jugar.
- Parece
grave…
A nivel cognitivo es gravísimo, por eso los niños están proponiendo que la ciudad retome el espacio público, como público.
A nivel cognitivo es gravísimo, por eso los niños están proponiendo que la ciudad retome el espacio público, como público.
- ¿Reivindican
la necesidad de jugar?
Sí. Un niño le espetó al alcalde de Roma: “Estaba jugando en la plaza y un guardia me quitó la pelota”. Los niños tienen derecho a jugar en las plazas públicas. ¿Con la pelota? Sí. En Lima vi un cartel que suscribo: “Prohibido jugar a la pelota excepto niños”.
Sí. Un niño le espetó al alcalde de Roma: “Estaba jugando en la plaza y un guardia me quitó la pelota”. Los niños tienen derecho a jugar en las plazas públicas. ¿Con la pelota? Sí. En Lima vi un cartel que suscribo: “Prohibido jugar a la pelota excepto niños”.
- Plazas con
pelotas y sin coches, ¿utópico?
Los niños deben poder jugar como quieran ellos. En el patio de casa, en la acera, en los paseos…, porque éstos son espacios públicos. Debemos invertir en cómo nuestras ciudades, no en una teórica, pueden transformarse en lugares donde los niños puedan ser niños. Y los que más me preocupan son los de tres a seis, porque les estamos robando la autonomía, herramienta básica de futuro.
Los niños deben poder jugar como quieran ellos. En el patio de casa, en la acera, en los paseos…, porque éstos son espacios públicos. Debemos invertir en cómo nuestras ciudades, no en una teórica, pueden transformarse en lugares donde los niños puedan ser niños. Y los que más me preocupan son los de tres a seis, porque les estamos robando la autonomía, herramienta básica de futuro.
- ¿Cómo
percibimos hoy a los niños?
Los adultos y por tanto los propios niños se perciben como una persona que vale por lo que será mañana y no por lo que es hoy. Hoy educar significa pedir a los niños que dejen de comportarse como niños y lo hagan como adultos.
Los adultos y por tanto los propios niños se perciben como una persona que vale por lo que será mañana y no por lo que es hoy. Hoy educar significa pedir a los niños que dejen de comportarse como niños y lo hagan como adultos.
¿Cómo se
soluciona?
Escuchando sus tonterías, porque cuando un niño dice una tontería es algo que no ha oído de sus padres ni de sus maestros.
Escuchando sus tonterías, porque cuando un niño dice una tontería es algo que no ha oído de sus padres ni de sus maestros.
El deseo de un niño: “Quiero una cancha de fútbol sin entrenador”. Entiendo que
los niños estén hartos de adultos. La diferencia entre un niño de cinco años de
hoy y yo cuando tenía su edad es que yo tenía mucho tiempo sin adultos, por mi
cuenta. Hoy la gran preocupación es enseñarles todos los peligros.
- Peligros
que les cortan las alas...
La soledad es la grave enfermedad de los niños que hoy viven en las ciudades ricas. Familias de hijos únicos, sin compañeros dentro de su propia casa y, debido al peligro ambiental, sin posibilidad de salir a buscarlos.
La soledad es la grave enfermedad de los niños que hoy viven en las ciudades ricas. Familias de hijos únicos, sin compañeros dentro de su propia casa y, debido al peligro ambiental, sin posibilidad de salir a buscarlos.
- Tienen a
sus compañeros de escuela...
Amigos institucionales, compañeros controlables. En mi infancia hacer un amigo nuevo era un riesgo que requería capacidad de conocimiento de los otros, y me parece un valor enorme. La dificultad que hoy tienen los jóvenes de crear pareja estable se debe a que les faltó la experiencia de crear relaciones que tuvieran que afrontar solos.
Amigos institucionales, compañeros controlables. En mi infancia hacer un amigo nuevo era un riesgo que requería capacidad de conocimiento de los otros, y me parece un valor enorme. La dificultad que hoy tienen los jóvenes de crear pareja estable se debe a que les faltó la experiencia de crear relaciones que tuvieran que afrontar solos.
El riesgo es una componente esencial del desarrollo. Sería deseable que los
niños encontraran sus obstáculos en el momento útil, medir si pueden saltar un
riachuelo o si les compensa relacionarse con alguien.
- Hay quien
opina que ya tendrán tiempo.
Los pequeños pasan sus días frente a adultos instructores, les es difícil hacer cosas raras. Así se va alimentando una necesidad de riesgo acumulada que expresará con su primera moto y en las salidas nocturnas
Los pequeños pasan sus días frente a adultos instructores, les es difícil hacer cosas raras. Así se va alimentando una necesidad de riesgo acumulada que expresará con su primera moto y en las salidas nocturnas
Los niños no son aspirantes suicidas, no buscan situaciones que no puedan
dominar porque se trata de jugar. A cambio de impedirles ese juego exploratorio
les damos protección y posibilidad de adquirir muchas cosas. Se crea así una
relación perversa entre un niño que quiere mucho y un adulto que piensa que
tiene que dar mucho para compensar lo que no puede darle. Los regalitos
continuos destruyen la capacidad de juego.
- ¿Hay que
renunciar al control?
Sí, hay que acompañar “pero de lejos”, como decía un niño argentino. Los niños aprenden mucho más jugando que estudiando, haciendo que mirando. El juego que hacen solos sin el control de los adultos es la forma cultural más alta que toca un niño. Los niños que han podido jugar bien y durante mucho tiempo serán adultos mejores.
Sí, hay que acompañar “pero de lejos”, como decía un niño argentino. Los niños aprenden mucho más jugando que estudiando, haciendo que mirando. El juego que hacen solos sin el control de los adultos es la forma cultural más alta que toca un niño. Los niños que han podido jugar bien y durante mucho tiempo serán adultos mejores.
- ¿Qué
consejo daría a los padres?
Dele a su hijo más autonomía, con normas de espacio, de tiempo y sociales, y le sorprenderá cómo mejorar la comunicación: correrá a contarle lo que ha descubierto.
Dele a su hijo más autonomía, con normas de espacio, de tiempo y sociales, y le sorprenderá cómo mejorar la comunicación: correrá a contarle lo que ha descubierto.
- Debemos
perder el miedo…
Así es. En tres municipios de Roma los niños de seis y siete años van solos al colegio. Los padres y los tenderos controlan pero sin que los niños lo sepan. Para ellos es un gran regalo, se sienten reconocidos y se hacen más responsables. Y, curiosamente, esos barrios se vuelven más seguros.
Así es. En tres municipios de Roma los niños de seis y siete años van solos al colegio. Los padres y los tenderos controlan pero sin que los niños lo sepan. Para ellos es un gran regalo, se sienten reconocidos y se hacen más responsables. Y, curiosamente, esos barrios se vuelven más seguros.