jueves, 26 de mayo de 2016

Educar en el asombro (Catherine L’ Ecuyer)


Educar en el asombro
Logroño 18 mayo 2016
Jornada “La Educación que queremos para La Rioja” Riojaforun

Resumen ponencia Catherine  L’ Ecuyer

Los niños no dan el mundo por supuesto, en su cabeza se estrena el mundo cada día descubriendo la realidad; para ellos el ASOMBRO es algo natural.
El asombro es el deseo del conocimiento que tienen los niños de pequeños pero que pierden con el paso de los años. Sin embargo, es importante respetar el asombre de nuestros hijo y alumnos ya que es el motor del aprendizaje.
Puntos a tener en cuenta para respetar el asombro de nuestros niños

-        Potenciar la reflexión y el silencio. A pesar de lo que podamos pensar los adultos, los niños incluso cuando son pequeños tienen interioridad, son capaces de tener introspección y reflexionar sobre las cosas, sobre su entono. Pero para reflexionar hace falta silencio. Los niños aprender del entorno y para interiorizar lo aprendido, necesitan silencio; sin esa capacidad de reflexionar no se puede pensar, ni aprender.
Un Sistema Educativo que no permite la reflexión que no respeta el silencio, que no valora el asombro, está basado únicamente en la repetición mecánica para realizar los aprendizajes. Los métodos memorísticos y la jerarquía del profesor  (“ es lo que yo digo”) como  única fuentes de los procesos de enseñanza- aprendizaje no permiten un aprendizaje significativo en aula.

-        Respetar los ritmos y las etapas  evolutivos del niño. Existe  una gran preocupación entre los profesores y los padres, si el niño no aprende al ritmo esperado  (a leer, escribir, sumar a la edad estipulada). Pero es que los niños viven en el presente y los adultos solemos vivir en el pasado o en el futuro  (¿cómo se ganara la vida cuando sea mayor?) y le trasmitimos nuestras prisas, nuestra angustia, nuestro frenesí sin respetar el ritmo de cada uno.
Deberíamos preguntarnos seriamente si no será que adelantamos cada vez más las etapas (quemándolas antes de que estén preparados para ellas).  Actualmente los estudios muestran que se reduce sensiblemente la etapa de la infancia y se alarga la adolescencia
En este sentido, estudios sobre el  “efecto pantalla” hablan que se debería modular el ritmo en lo que respecta a consumo audiovisual. Los contenidos audiovisuales deben estar en consonancia con la edad y recomiendan que los niños no utilicen ordenadores, tablet, hasta los 2 años.  Después de esta edad  se aconseje que se limiten las horas de uso (un máximo de 2 por día). En cualquier caso debemos ser muy  cuidadosos en los contenidos que ven nuestros hijos (es necesario que sean de calidad y este acompañado por los padres). Los niños sobre- estimulados terminan aburriéndose con todo y buscan continuamente sensaciones nuevas. El consumismo exacerbado, la ausencia de límites, conseguir las cosas antes de pedirlas, de desearlas, de necesitarlas… ahoga su capacidad de asombro, lo convierte en un ser desagradecido y cínico que no da valor a nada. Cuando las cosas saturan sus sentidos no es capaz de percibir la belleza y da todo por supuesto.

-        Dar sentido a la rutina.  La rutina no puede ser el fin, lo que hacemos siempre sin pensar; la repetición mecánica solo es buena si nos permite reflexionar. La rutina le da a nuestros hijos satisfacción y seguridad (leemos el mismo cuento cada noche) La rutina  “Con Sentido”, nos indica el cómo y el para qué.  El ritual es la rutina humanizada y al niño le gusta compartir  la rutina con la figura adulta de referencia (“Mira mama” “Mira seño”) y descubre la realidad con nosotros "el niño se asombra en compañía de la persona que se asombra con él".

-        La importancia de trasmitir valores.
“Los niños no te escuchan pero te MIRAN todo el día” Teresa de Calcúta
Trasmitir valores con la palabra,  con la mirada, con la forma de hacer, con nuestra propia vida, es en realidad, lo que mayor impacto tiene en la vida de nuestros hijos y alumnos.
Es importante trasmitirles la belleza; hablamos de la belleza profunda, metafísica, la belleza de la naturaleza. Nos referimos a la belleza con B mayúscula, la que no está sujeta a modas o gustos, la belleza que resulta de la expresión visible de la verdad y la bondad. "Un niño encuentra  la belleza en aquello que respeta la bondad y la verdad de su propia naturaleza, su inocencia, su ritmo".

-        Utilizar el misterio, la expectación. Los niños tiene mucho deseo de conocer, son afines al misterio, les da una oportunidad infinita de conocer. El misterio no abarca todo, deja zonas en la penumbra. Incluso el feísmo que se entiende como la ausencia de belleza, también los atrae de hecho actualmente existe un culto al feísmo incluso en los juguetes (monstruos, muñecas con ataúd)
“Hay belleza en todas las cosas porque tiene el SER” Tomás de Aquino
Para reconocer la belleza es necesario tener sensibilidad,  " piel fina".
La sensibilidad es un tesoro a proteger en los adultos ya que los niños aprenden por osmosis y el apego sano ocurre cuando el padre o el profesor tiene esa sensibilidad  “Educar es dar oportunidades para apreciar la belleza”
Sin embargo, un niño sobre-estimulado pierde la empatía, pierden la sensibilidad.

Nuestro Sistema Educativo es el reflejo de una sociedad estresada que busca con demasiada frecuencia la utilidad de los aprendizajes, las competencias académicas e infravalora la belleza, el arte, la música, la pintura. Muchos padres están obsesionados por las notas, los resultados y las certificaciones de los hijos Sin embargo tenemos un gran reto con nuestros alumnos, con nuestros hijos deberíamos trasmitir la belleza en todas las materias, en todos los ámbitos, de forma transversal

 Libro recomendado 

Educar en el asombro  Catherine L'Ecuyer