sábado, 11 de abril de 2015

Hijos de un Dios Menor.


En referencia a la entrada de nuestro blog del pasado 8 de abril, "No hay nada más injusto que tratar a los diferentes como iguales" hemos recibido una conmovedora carta de una profesora con las que consultamos para que nos explicara la razón de la Orden de la Consejeria de Educación de La Rioja, del 4 de diciembre de 2014, limitando a un 5, la calificación de los alumnos que salen a apoyo escolar.

Leer declaraciones como esta, nos hace recuperar la esperanza en los profesionales de la educación  y nos deja claro que muchos de ellos tienen una gran sensibilidad frente al problema de nuestros niños.


Gracias por tener esa actitud frente al TDAH





HIJOS DE UN DIOS MENOR


Es el título de una película dirigida por Randa Haines cuya historia se desarrolla en un colegio para niños sordos. Hijos de un dios menor, de un dios en minúscula. Hace muchos años que la vi y hoy, hablando con una amiga que tiene un hijo con TDAH,  he vuelto a pensar en ella.

Me decía mi amiga que, según la orden “Orden 29/2014, de 4 de diciembre, de la Consejería de Educación, Cultura y Turismo de La Rioja, por la que se regula la evaluación del alumnado que cursa Educación Primaria en la Comunidad Autónoma de La Rioja”, en su artículo 7:
Evaluación  y promoción del alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo 1. Cuando un alumno siga una adaptación curricular no significativa, los referentes de su evaluación serán los objetivos, criterios de evaluación y estándares de aprendizaje evaluables establecidos en dicha adaptación curricular, que, en cualquier caso, deberán atenerse a los mínimos establecidos para el curso en el que está escolarizado. Los alumnos que cursen una o varias áreas con este tipo de adaptación curricular podrán superar dichas áreas y, en todo caso, la calificación máxima de la convocatoria ordinaria o extraordinaria será de 5 (Suficiente). Con el fin de recordar que se está trabajando sobre un currículo adaptado, esta calificación irá acompañada con las siglas AC (Adaptación Curricular).
A ver si lo he entendido, un alumno que, por su trastorno o discapacidad, necesite un examen más corto que el de sus compañeros, o con las preguntas más concretas, o hecho en dos partes, o incluso un examen oral (adaptaciones todas ellas que no afectan a los contenidos del currículo), sabe que, haga lo que haga en el examen, nunca pasará del cinco. Aunque para aprender lo mismo que sus compañeros haya tenido que invertir más tiempo y más esfuerzo. Además, ni el cinco es un cinco como Dios manda. Es un cinco de un dios menor, acompañado de las siglas AC. Que no se nos olvide.
Me preguntaba mi amiga a mí, que soy maestra, qué queremos conseguir con estas leyes. ¿Quizá que el niño diferente sepa siempre que lo es y que nunca llegará a estar a la altura de los demás?, ¿o que abandone cuanto antes un sistema escolar que está pensado sólo para “normales”?, y seguía preguntándome/se, ¿cómo podéis jugar así con el interés, la motivación y la autoestima de una personita de nueve años?, ¿qué le digo para hacer que siga estudiando y esforzándose?
Yo tengo que irme, respiro hondo y me despido de mi amiga. No sé qué decirle.
Camino por la calle y me siento en un parque a ver jugar a los niños. Lo que sí tengo claro es que ellos son capaces de entender que son diferentes y lo aceptan con total naturalidad.
Y se me ocurre pensar en lo que pasaría si en las Olimpiadas Paralímpicas les dijéramos a los atletas hijos de ese otro dios menor que hagan lo que hagan, sus medallas no van a ser de oro, ni plata, ni bronce. Como mucho envolveremos unas chocolatinas en papel dorado o plateado, y tan contentos. No vayan a creer que sus oros valen lo mismo que los nuestros. Y por la parte de atrás les grabaremos las iniciales TD (Tienes Discapacidad). Y nosotros seguiremos rezando a nuestro Dios.

M. S,
Maestra de Educación Infantil,
Licenciada en Pedagogía y
Experta en Inteligencia Emocional