lunes, 11 de abril de 2016

Recorrido de las asociaciones de TDAH en España










Fulgencio Madrid, presidente de FEAADAH colaboró hace unos meses con la revista Cuadernos de Pedagogía, con un articulo titulado “Un debate artificial”, En este articulo hace referencia a la experiencia asociativa y federativa de los afectados por TDAH en España. 
En esta entrada del blog hacemos un resumen que lo que escribe a este respecto ya que consideramos importante que nuestros socios conozcan el camino recorrido desde la década de los 90 del siglo pasado (cuando se crearon las primeras asociaciones de padres, entre ellas ARPANIH)  hasta nuestros días. Un largo recorrido y camino duro.

Las primeras asociaciones de ayuda al déficit de atención e hiperactividad las crearon padres y madres en cuyas familias alguno de sus hijos o hijas había sido diagnosticado de TDAH a finales de los años noventa del pasado siglo. Las familias nos encontrábamos completamente perdidas y con una carencia absoluta de información sobre un trastorno del que, en la mayor parte de los casos, no habíamos oído hablar. Y que tampoco era un trastorno suficientemente conocido en nuestro sistema educativo y ni tan siquiera, en el sistema de salud.
Las familias que comenzamos a unirnos en esos primeros años partíamos de una experiencia común: el proceso que había llevado al diagnóstico de nuestros hijos había sido con carácter general excesivamente largo y azaroso, precedido de consultas a profesionales de diversas especialidades de la medicina y la psicología, con respuestas o diagnósticos contradictorios. Habitualmente, habíamos visto cómo a lo largo de este proceso se habían prescrito tratamientos (o, por el contrario, no se había realizado actuación terapéutica alguna) que no solo resultaban ineficaces, sino que en demasiadas ocasiones conllevaban una repercusión negativa sobre nuestros hijos e hijas en los diversos ámbitos en los que se desarrollaban: el colegio, la familia y las relaciones sociales; así como sobre la propia familia. Ciertamente, esta situación todavía se sigue produciendo con excesiva frecuencia.
Afortunadamente, también hemos tenido el apoyo y la ayuda de profesionales expertos, lo que nos permitió acceder a información rigurosa y de calidad sobre las características de este trastorno; la diversidad de sus formas de manifestarse; el carácter multimodal de su tratamiento; su etiología; la importante concurrencia de comorbilidades con otros trastornos; su carácter crónico; los riesgos que podían presentarse en su evolución… Y, por supuesto, sobre el imprescindible papel que nos correspondía a las familias en el tratamiento, pero también del que incumbía a los centros escolares y a los servicios de salud mental.
Por ello, la colaboración en la investigación y en la formación a las familias y a los diferentes agentes implicados en la difusión del conocimiento y en la sensibilización sobre el TDAH constituye una parte muy relevante de nuestro compromiso con las personas afectadas y sus familias.
Hoy las asociaciones de ayuda al déficit de atención e hiperactividad somos conscientes de que, aun no siendo especialistas, tenemos el derecho, el deber y la capacidad para adquirir conocimiento sobre el TDAH y valorar la calidad de las fuentes en las que buscar información rigurosa. Y también de que realizar este aprendizaje es una responsabilidad que no podemos ni queremos soslayar

Todo este aprendizaje sirvió para tomar conciencia de que, a pesar de que nuestra experiencia personal y asociativa ponía de manifiesto la existencia de un gran desconocimiento tanto en la sociedad como en los sistemas educativo y de salud de nuestro país, el TDAH resulta ser el trastorno del ámbito de la salud mental más frecuente en la infancia y la adolescencia…
Hemos participado en la revisión de la Guía de Práctica clínica sobre el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) en niños y adolescentes, del Sistema Nacional de Salud, publicada en el 2010. Hemos formado parte del grupo de trabajo que ha elaborado el documento sobre “Optimización del abordaje del trastorno por déficit de atención”, incluido entre los objetivos prioritarios de la Estrategia en Salud Mental del Sistema Nacional de Salud en el año 2015.  En la actualidad participamos en la elaboración de la nueva “Guía de práctica clínica sobre las intervenciones terapéuticas en el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)”.
Pero a pesar de todo ello el TDAH ha continuado siendo un trastorno invisible, incluso negado en gran parte de los centros escolares. Y nuestros hijos e hijas, abocados al fracaso o al bajo rendimiento escolar, dañados en su autoestima y negada la posibilidad de un adecuado abordaje de sus problemas de conducta cuando estos aparecen. Nuestros hijos e hijas eran, y todavía siguen siendo en demasiadas ocasiones, víctimas de una discriminación basada en la falta de conocimiento y formación sobre un trastorno de alta presencia en las aulas.
En definitiva, el bienestar, la salud y el futuro de nuestros hijos dependían, y depende aún hoy en muchos lugares, de la suerte. Pero incluso cuando la suerte nos depara la atención de profesionales con la formación adecuada y la mejor disposición, el acceso a recibir la parte psicoterapéutica del tratamiento del TDAH, con la periodicidad y la adaptación individualizada que requiere, todavía constituye un objetivo prácticamente imposible de alcanzar con los precarios medios de nuestro poco desarrollado e infradotado sistema de salud mental.
Un debate artificial
Fulgencio Madrid, Presidente de FEAADAH colabora en la revista Cuadernos de Pedagogía

Articulo completo

Si tenéis interés por conocer más información sobre los inicios de ARPANIH, podéis leer;

http://www.comunidad-tdah.com/noticia/una-buena-formacion-de-los-padres-es-tan-importante-como-un-correcto-tratamiento