María Jesús Mardomingo, psiquiatra Infantil, pediatra y presidenta de honor
de AEPNYA (Asociación Española de Psiquiatría del Niño y del Adolescente): «El
TDAH no es un trastorno ni mucho menos de reciente aparición, de hecho fue
definido por primera vez en 1902 en la revista científica “The Lancet”. Y hoy ya disponemos de
evidencias de que el TDAH es un trastorno del funcionamiento cerebral. Cada vez
vamos conociendo más sobre él, porque es una de las enfermedades psiquiátricas
mejor estudiadas».
También, prosigue Mardomingo, «disponemos de herramientas para
diagnosticarlo incluso de forma precoz, y de tratamientos de tipo
multidisciplinar que mejoran la calidad de vida de las personas que lo sufren y
su entorno. Porque la familia en estos
casos sufre muchísimo. Los padres de un niño o un adolescente con TDAH
tienen más dificultad para educar a esos hijos.
¿De dónde emanan los problemas? De
las propias características del trastorno. Son niños que no atienden,
no escuchan, no van bien en el colegio, son reivindicativos... y en la adolescencia la dialéctica alcanza grados
inconmensurables».
Esta situación, continua la psiquiatra, «llega a afectar incluso los
sentimientos de los padres por ese niño. Son
progenitores que se sienten frustrados, fracasados, y que se preguntan una y
otra vez qué han hecho mal. Aunque también pueden sentir cólera, porque ese
niño perturba la relación con los otros hijos, con sus hermanos. Incluso hay
padres que niegan el problema del hijo, lo cual complica mucho su educación. En
otras ocasiones surgen los reproches mutuos, las discusiones, los
conflictos...».
¿Qué deben hacer los padres,
entonces? A su juicio, «superar los perjuicios de tener un hijo con un
problema psiquiátrico». «Deben superar este prejuicio medieval de cuando la
epilepsia era obra del diablo».
También deben saber que si los síntomas
perduran en el tiempo , deben acudir al psiquiatra,
para que este realice un diagnóstico correcto. «Si no se diagnostica ni se trata, las repercusiones a largo plazo
pueden ser realmente importantes», advierte. Dichas repercusiones, insiste
esta psiquiatra, se pueden evitar o minimizar mediante un tratamiento de tipo
multidisciplinar. «Se trata de una combinación de tratamiento psicológico,
intervención psicopedagógica en el entorno escolar y tratamiento farmacológico,
que no se suele dar antes de los 6 años. Pero con la combinación de todos ellos
se consigue disminuir e incluso eliminar los síntomas centrales del TDAH y de
las enfermedades psiquiátricas coexistentes», asegura.
Respecto al tratamiento psicológico del
trastorno, se utiliza la psicoterapia cognitivo-conductual, que ha demostrado
evidencia empírica en niños, adolescentes e incluso en adultos. El tratamiento
psicopedagógico, por su parte, «supone ayudar al niño o adolescente a
comprender los procesos de enseñanza y aprendizaje para intervenir eficazmente
en su mejora», señala Ana Cobos, orientadora, doctora en ciencias de la
educación y presidenta de Copoe (Confederación de Organizaciones de
Psicopedagogía y Orientación de España).
Según los distintos estudios de los que
dispone Feaadah, el TDAH afecta en Españaa alrededor del 5%
de los niños y adolescentes, lo que significaría que en casi todas las aulas
habrá un niño con TDAH. Pero la realidad es que en muchos centros
educativos —apunta esta orientadora— «todavía tienden a pensar que estos niños
que presentan unas conductas disruptivas son niños maleduados, hijos de padres
que no lo han sabido hacer. No llegan a comprender que el TDAH es un trastorno
neurobiológico que está ahí y que tiene unas repercusiones incontrolables para
los niños. Que es algo orgánico. Por eso es tan importante decir alto y claro
que el problema existe. Que son niños muy inquietos, que no paran, que tienen
pautas de comportamiento distintas... y que hay que hacer diagnósticos desde
educación recabando información desde el ámbito de la salud, de los servicios
sociales, y cuando son más mayores, incluso desde justicia. Lo ideal sería que
la administración educativa y los servicios institucionales estuvieran
coordinados, y con protocolos estables», matiza la presidenta de Copoe «Con un
tratamiento multidisciplinar se consigue optimizar el rendimiento académico y
adecuar el funcionamiento social del paciente, dos puntos vitales para
facilitar la transición a la vida adulta de
ese niño o adolescente», concluye la doctora Mardomingo.
Con motivo de la VIII Semana Europea de Sensibilización del TDAH,
Feaadah recuerda que el diagnóstico de este trastorno se realiza en función de
criterios clínicos. Para ello los especialistas han elaborado la Guía de
Práctica Clínica del TDAH, que ha tenido en cuenta todos los aspectos
fundamentales que rodean a este trastorno y que no se basa en creencias u
opiniones, sino en evidencias científicas. «Evidencias científicas como las que
se tienen en cuenta en cualquier otra patología de índole psiquiátrica, como
ocurre con la depresión, el trastorno de ansiedad o cualquier otro», finaliza
la doctora Mardomingo.